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Barrio artesanal consagrado a la
naturaleza, que promueve el uso de energías alternativas, que evita las
molestias a la fauna (sin mascotas, ruidos, tránsito, etc.), los riegos, la
salida de agua hacia la playa y los servicios contaminantes, logrando un verdadero
equilibrio con el ambiente natural. Con cercos verdes de plantas xerófitas,
sin desmontar ni desherbar, mínimas construcciones bajas en los claros y
amplios retiros verdes perimetrales, se busca el predominio de la
vegetación nativa. De acuerdo a los principios de la urbanización ecológica
y a las leyes de la naturaleza, se reservan los bajos repletos de raíces
como áreas de desecho, dispersión, saneamiento y aprovechamiento de las aguas residuales, sin uso de energía. Las calles son un paseo peatonal, de circulación
vehicular restringida y mano única. No excesivamente anchas para no
incomodar a la flora y a la fauna, permiten la continuidad del paisaje sin
crear torbellinos de polvo.
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